Sunday, August 14, 2011

Saint-Antoine L'Abbaye

Saint-Antoine L'Abbaye es un pueblecito medieval situado a aproximadamente 60km de Grenoble, y que ha sido aceptado en la asociación de "Los Pueblos más Bellos de Francia", cuyo fin es proteger el patrimonio histórico y cultural y promover el turismo.



No es de extrañar que lo haya conseguido, y esto se entiende nada más llegar al pueblo, al aparcar en el exterior de la muralla y echar la vista arriba: enhorabuena, acabas de viajar en el tiempo. Gran parte de los edificios que se conservan son del siglo XII: la catedral, las murallas, parte del antguo hospital...

En el siglo XI una enfermedad popularmente conocida como "El fuego de San Antonio" azotó a Saint-Antoine de L'Abbaye, y para intentar calmar la furia "divina" trasladaron reliquias de dicho santo hasta el pueblo. La orden de los Antoninos, monjes que se dedicaban exclusivamente a la cura de esta enfermedad, construyeron hospitales y acogieron a peregrinos y enfermos. En la época se pensaba que un remedio eficaz contra el ergotismo (nombre científico de la enfermedad) era realizar el Camino de Santiago: la verdadera razón de la recuperación de los enfermos era que abandonaban las zonas donde se consumían las variedades centeno contaminadas y comenzaban a tomar pan elaborado con trigo.

La catedral, de estilo gótico flamígero, es lo primero que llama la atencion. Está muy bien conservada, y me llamó la atención el hecho de que, al menos los sillares exteriores, estan hechos de un material similar a la arenisca en lugar de piedra tallada, lo cual no es muy práctico en una zona montañosa en la que llueve!


A parte de la catedral tambien está el antiguo claustro, que ahora se utiliza como lugar para "la vida en común". Sí, es muy curioso! Es como una pequeña comuna en medio de la villa medieval. Pudimos entrar sin problemas a verlo, y todo esta muy bien cuidado y restaurado en el interior.

Por lo demás también encontramos museos que cuentan la historia de Saint Antoine L'Abbaye, una sala de exposiciones (cuando yo estuve hablan de la historia de los perfumes y aguas de colonia), y algunos talleres tradicionales (un taller de grabado en piedra y otro de cerámica).


No es un pueblo muy grande, por lo que tampoco hay mucho que ver. Sin embargo, si se va a pasar un tiempo por los alrededores, es totalmente recomendable desviarse un rato del camino visitar este pueblo lleno de historia.

Friday, August 5, 2011

Chartreuse

Hace un par de días fui a visitar la destilería de uno de los licores más famosos en Francia: La Chartreuse. Como curiosidad, se trata de la destileria de licor más grande del mundo, con 164 metros cuadrados de bodega. Aunque en la actualidad esta bebida se produce en Voiron, tradicionalmente era elaborada por los monjes cartujos en el primer monasterio que fundo la orden: la Grande Chartreuse. De ahí su nombre.

Monasterio de la Grande-Chartreuse


De hecho, lo interesante de este licor de hierbas es su historia. Incluso ahora, los únicos conocedores de la receta son dos monjes que controlan la producción a distancia mediante ordenadores. Se puede decir que es verdaderamente un pequeño milagro que el manuscrito con la receta se haya mantenido en secreto. Tras la Revolución, hubo numerosas desamortizaciones, y algunos religiosos fueron encarcelados. El monje responsable del manuscrito, se las apañó para sacarlo de la cárcel y hacerlo llegar a otro monje que vivía en la región. También escapó al intento de Napoleón de elaborar un inventario de remedios secretos populares para su explotación por el Estado, ya que la receta del elixir era "demasiado complicada".

Incluso hoy en día, los monjes se encargan de la producción del licor

A partir de la misma base (130 hierbas distintas y alcohol) se han elaborado diversos productos. El primero fue el "elixir de la larga vida" (actualmente denominado "elixir vegetal"), de 71º de alcohol, y el cual se dice tiene propiedades curativas: se considera una bebida tónica y digestiva. Debido a su alto contenido en alcohol, la directiva europea ha obligado a bajarlo hasta 69º. Se consume mezclando una cucharada con infusiones, grog o sobre un terrón de azúcar.

La Chartreuse verde y amarilla


Unos años después se produjo la Chartreuse verde, con 55º de alcohol y un sabor fuerte, casi picante, que recuerda mucho a los aguardientes que tenemos en España.

Por último, se produjo la Chartreuse amarilla, de 40º de alcohol, y que contiene las mismas hierbas pero en distintas proporciones, además de miel, lo que hace que su sabor sea mucho mas suave y dulce. Sin duda, es la que me ha gustado!

Como curiosidad, añadir que al ver los atuendos de los cartujos, no pude evitar recordar que había un pintor español cuya obra se caracteriza precisamente por los monjes vestidos completamente de blanco. Se trata de Francisco de Zurbarán, pintor de la época barroca, pero con un estilo claramente renacentista (una perspectiva simple, colores planos). Una de sus obras más importantes es San Hugo en el Refectorio de los Cartujos, cuadro que incluye, precisamente, a San Bruno, fundador de la orden de los cartujos, y a San Hugo, obispo de Grenoble. ¿Quién me iba a decir, cuando estudié este cuadro, que en unos años me encontraría en ese mismo lugar?


San Hugo en el Refectorio de los Cartujos